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jueves, 10 de noviembre de 2022

Lo virtual, es real. Las activistas feministas en contra de la violencia en el ciberespacio


Por: Maricruz Gómez

Martín y Michelle se conocieron hace un par de días. Ella no le dio su número, pero él se lo pidió a Sofía. Michelle le dijo a Martin que no le interesa tener una relación, pero él insiste y le envía el siguiente mensaje “¿Qué tal si voy a verte y me meto a escondidas a tu casa?”.

Este es sólo un fragmento de la obra de teatro “Menos mal que es torpe y que me quiere, si no me quisiera y fuera hábil, WhatsApp sería un arma horrible”, pero según los resultados publicados por el Módulo sobre Ciberacoso (MOCIBA, 2019), el 60% de las víctimas de ciberacoso en México son mujeres de 12 a 29 años.

Esta obra fue escrita por Sara F. Flores, Daphne Nájera Villeda y Gayatri Morales Fregoso, jóvenes feministas, integrantes y fundadoras del Colectivo Jermú; que tiene por objetivo generar discursos que propicien el diálogo, la inclusión y la solidaridad desde el quehacer teatral, entendiéndolo como un espacio de disidencias, con perspectiva de género y compromiso ético.

“Menos mal que es torpe…” es una obra de teatro que sucede mediante mensajería instantánea y surge como respuesta a la necesidad de generar nuevas formas de hacer teatro en medio de la crisis sanitaria mundial. El público se adentra en la vida de Michelle y Sofía, quienes son primas y estudiantes de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), que viven de manera independiente de sus familias, en un departamento de la ciudad de México. Las imágenes, mensajes de texto y las calcomanías digitales nos muestran la historia y por qué todo termina tan mal entre los y las personajes.

Las integrantes de Colectivo Jemú están conscientes de que los personajes masculinos son poco complejos y que no todos los hombres son como ellos, pero se sienten sorprendidas cuando el público señala que las conductas de Martín y Raúl son exageradas, pues ellas consideran que han sido demasiado “tibias” al plantearlas, comenta Sara F. Flores.

La romantización del acoso es el fundamento de la conducta de dichos personajes, pues como lo explica Gayatri Morales, a los chavos se les enseña que “ligar” es acosar. Estas jóvenes feministas han recibido mensajes de los espectadores que les dicen que se sienten identificados con los personajes masculinos y su conducta.

Las interacciones entre los personajes: Michelle, Sofía, Cami, Raúl y Martín, están basadas en la investigación realizada por estas jóvenes creadoras y también en su experiencia personal. No obstante, algunas personas expresan que les molesta que su trabajo tenga una perspectiva feminista y otras, afirman que la violencia digital no es importante o que no existe, se resuelve con no enviar fotografías.

En contraste, Social TIC, Luchadoras y la Asociación por el Progreso de las Comunicaciones, generaron una tipología en la que se observan 13 categorías de agresiones hacia mujeres en el ámbito digital: acceso no autorizado, control y manipulación de la información, suplantación y robo de identidad, monitoreo y acecho, expresiones discriminatorias, acoso (conductas sexualizadas o no); amenazas, difusión de información personal o íntima sin consentimiento, extorsión, desprestigio, abuso y explotación sexual relacionada con las tecnologías, afectaciones a canales de expresión y omisiones por parte de actores con poder regulatorio (La violencia en línea contra las mujeres en México, 2017).


La internet y la calle son igualmente peligrosas


El acoso digital es el tipo de violencia que más padecieron las participantes de “Chidas en Línea. Un estudio sobre el Impacto de la Violencia Digital contra las Adolescentes en México” (2021), mujeres entre los 12 y 17 años. Algunas de ellas también reportaron haber sufrido la difusión de contenido íntimo sin consentimiento (nudes) y el abuso sexual relacionado con la tecnología.

Las agresiones que se reportaron con mayor frecuencia en dicho estudio fueron el monitoreo y acecho (5%), el control y manipulación de la información (4%), la suplantación y robo de identidad (4%), la difusión de información personal (3%), la extorsión (3%), el desprestigio (3%), las afectaciones a los canales de expresión (4%) y la omisión por parte de actores con poder regulatorio (3%).

En lo que respecta a las personas agresoras, dicha publicación muestra que, de 168 participantes, 81 señalan que sí conocen a sus agresores y refieren que se trata de ex parejas, compañeros de escuela, amigos y familiares, aunque también reportan que han sido agredidas por mujeres.

Por su parte, Candy Rodríguez activista, periodista y representante en México de Acoso.org, explica que el enfoque feminista ayuda a entender que en la internet se replican muchas violencias y que las mujeres y las disidencias sexuales son atacadas de maneras específicas vinculadas con su sexualidad, el activismo que realizan y los discursos que enuncian, como lo vimos recientemente con la persona no binaria que solicitó que le llamaran “compañere”, desencadenando burlas y reclamos en su contra.

“Internet se me hace igual de peligrosa que la calle” comentó Gema de 16 años participante del estudio “Chidas en línea” (2021). La internet es más que una herramienta o redes socio digitales, es un espacio que se habita, en el que colaboramos, socializamos, interactuamos, generamos información y construimos comunidad, por lo que los fenómenos como la violencia, también se replican, por ejemplo; el racismo, el clasismo, la homofobia, entre otros, menciona Irene Soria Guzmán, hackeractivista, académica y representante de Creative Commons México.

Para Sara, la violencia digital se refiere a la vigilancia, el control o la manipulación de los canales de información digital cuyo objetivo es dañar a una persona. Esta violencia es parte del sistema patriarcal que ha permeado nuestra sociedad durante años, por lo que en el ámbito digital se perpetúan las mismas prácticas, sólo que en diferente formato. Ella enfatiza que no hay una clara separación de lo que ocurre on line y off line, ya que no por ser virtual es menos real.

La violencia digital nos afecta en distintos ámbitos de nuestra vida, aunque no estemos físicamente cerca. Ser acosada mediante las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TICs) provoca enojo, inseguridad, miedo, frustración, desconfianza y afectar la salud mental (MOCIBA,2019). Además, los mensajes amenazantes pueden transformarse en agresiones reales y poner en riesgo la integridad física de las mujeres, señaló Rodríguez.


La internet y el teatro serán feministas o no serán


La prevención y atención de la violencia digital, en opinión de la representante de Creative Commons México, deben partir de una perspectiva feminista, ya que los imaginarios e ideas respecto a lo que deben hacer las mujeres provoca que ellas se alejen de los conocimientos, el uso y la apropiación de las tecnologías. Las coloca en clara desventaja en este ámbito, pues dificulta que inicien procesos de seguridad digital y autocuidado que las protejan de las agresiones en línea, comenta Candy Rodríguez.

Las ciberfeministas y hackerfeministas, son grupos de mujeres que surgieron hace 20 ó 30 años y luchan en contra del robo de la identidad, la violencia digital y crean sus propias herramientas. Sus acciones se basan en principios creados colectivamente por ellas y se derivan de la certeza de que las mujeres pueden aprender de manera colectiva, autónoma y libre y construir procesos de autoformación mediante la metodología del feminismo popular y la pedagogía popular feminista.

La internet es un espacio político en el que las mujeres pueden reclamar sentirse libres y no violentadas. Ellas se convierten en sujetos políticos capaces de tomar agencia para disminuir su vulnerabilidad en el ámbito digital, afirma la periodista y representante de Acoso.org.


En sinergia, las activistas feministas publican estudios, análisis, informes y guías para prevenir, atender y erradicar la violencia digital y parten de que el uso de la internet es un derecho humano que está ligado al derecho a la información y está adherido al derecho a las mujeres a vivir una vida libre de violencias. Para ellas es necesario apropiarse de las herramientas tecnológicas para conocer otras realidades, romper mandatos de género y círculos de violencia (¿Cómo podemos realizar nuestro taller ciberfeminista?, 2021)

La prevención y la información con perspectiva feminista, resultan relevantes para mitigar el impacto de la violencia de género y particularmente aquella que sucede en el ámbito digital, conscientes de esto las integrantes del Colectivo Jermú se unieron para hacer teatro, Sara afirma: “tenemos la cultura de que el teatro será feminista o no será, atendiendo temáticas actuales y urgentes, y nuestro quehacer se encamina a comunicar, informar, prevenir y denunciar la violencia de género”.

“Menos mal que es torpe…” es una obra que tiene dos líneas: la primera, decirles a las mujeres que están viviendo violencia digital, que no están solas; y la segunda, invitar a las personas que están alrededor de ellas, a acompañarlas y no agredirlas o revictimizarlas. Durante su desarrollo se informa al público sobre: sexting y nudes seguras, casas de acompañamiento e instituciones que pueden apoyar e informar sobre violencia de género, cómo llevar a cabo las denuncias y los pormenores de la Ley Olimpia.

Las integrantes del Colectivo Jermú consideran que el teatro tiene la potencia de permitir “ver desde afuera” y generar empatía en quien mira para llevar a las personas a una reflexión, conciencia y cambio de actitud respecto al fenómeno de la violencia digital, como lo menciona Gayatri: “en el momento en el que hay una persona viendo la obra y se da cuenta de que la actitud de Raúl hizo sentir mal a Sofía, o cómo se sintió ella cuando Cami rompió el silencio y decidió acompañarla, es posible que modifique su comportamiento a partir de lo que ya vio”.

Sara comenta que han invitado a la obra a quienes las han acosado mediante redes socio digitales y notan que ellos cambiaron la forma de comportarse, “a mí me pasó que sí entienden eso y saben que no está chido tener estas prácticas y sí le bajan, o las modifican, no puedo decir que son otras personas gracias a nuestra obra, pero si he notado que se dan cuenta cuando llevan a cabo estas conductas, incluso aclaran: no quiero sonar como Martín, pero ¡Hola! ¿Cómo estás?”.


“En esta situación la única que me pudo ayudar fui yo misma investigando hasta encontrar al feminismo” Julia, 13 años (Chidas en línea, 2021).


Las activistas Irene Soria y Candy Rodríguez coinciden en que no hay una receta para evitar sufrir violencia digital, de hecho, la consideran inevitable. No obstante, recomiendan iniciar un proceso de seguridad y autocuidado digitales que implica una mezcla de prácticas, toma de conciencia y el uso adecuado y estratégico de las herramientas tecnológicas.

Un ejemplo es la autodefensa feminista, es decir, un tipo de protección basada en tres pilares: la parte física, la psicológica-emocional y la grupal. Esta forma de intervención aborda el empoderamiento personal y colectivo de las mujeres, con el objetivo de erradicar la violencia machista.

La académica y representante de Creative Commons recomienda: revisemos nuestras redes, ¿qué información tenemos disponible en Facebook?, ¿mi información es pública?, ¿sólo la ven mis amigos (as)?, ¿conozco a las personas que tengo agregadas?, también es importante preguntarse ¿qué queremos que vean otros (as) de nosotros (as)? ¿Tus perfiles de redes sociales tienen tu nombre completo y tus datos reales?

Por otra parte, es imprescindible crear contraseñas seguras, abrir sesiones en computadoras propias, pues de lo contrario se abren canales para que otras personas lleguen a tu información, fotografías y videos. Es recomendable usar llaveros de contraseñas y cambiarlas con regularidad; recordemos que el hackeo, vulnerar la seguridad de los sistemas informáticos, cuentas y redes personales, es el menor de los orígenes de situaciones como el robo de identidad e información, enfatiza Soria.

Encontrarnos involucradas en una situación de violencia digital es una experiencia difícil, pero es importante mantener la calma, no negar lo que está sucediendo, identificar el tipo de violencia y ataque, y generar estrategias efectivas y puntuales, para disminuir el estrés. También es sustancial construir redes de apoyo y de acompañamiento con perspectiva feminista basadas en vínculos sororos, recomienda la académica Soria.

Daphne Nájera comenta que en su obra los personajes femeninos se posicionan y sostienen unas a otras, desde la sororidad para evitar un desenlace trágico. La sororidad, forma cómplice de actuar entre mujeres y propuesta política de los feminismos, ha sido clave para apoyar emocionalmente a quienes sufren violencias por razón de género, mediante la escucha atenta y la no revictimización, es decir, evitar culpabilizar a la víctima de las violencias que ha sufrido. 

Respecto al silencio cómplice, Sara destaca que: aunque no seamos quien sufre violencia digital, es importante estar conscientes de que se trata de romper el pacto patriarcal, de levantar la voz para no ser parte. Es verdad que tú no pediste ver esa situación, ni ser testigo o enterarte de lo que estaba haciendo tu mejor amigo (a) y no tiene por qué ser tu responsabilidad, pero sí la es, una vez que ya sabes qué sucede, te corresponde decidir ¿callarte? o terminar con eso.


Además de hablar respecto a lo que sucede para tener conversaciones incómodas, pero necesarias, se recomienda documentar todo, anotar cuándo pasó y tomar capturas de pantalla. Aunque es una realidad que no queremos ver esos mensajes o imágenes, también lo es que, para denunciar, si así lo decidimos, debemos aportar pruebas, por lo que es necesario conservar esa información. 

Irene Soria sugiere a quien vive acoso en redes socio digitales que: “es importante no engancharse, es decir, no alimentar al troll, no darle insumos para que te siga molestando; lo que no significa ignorarlo, sino evitar que esa persona tenga tu atención y te afecte, pues tú tienes derecho a vivir una vida libre de violencia en línea. Haz lo que te haga sentir bien”.


“Hace cinco años, cuando iba en secundaria tenía un novio y le mandé fotos íntimas mías y después me enteré de que otras personas las tenían” Marisol, 17 años (Chidas en línea, 2021).


El estudio realizado en 2019 por Ilce Gutiérrez, egresada de la Universidad Autónoma del Estado de México, en el que participaron 838 estudiantes de los tres grados de secundaria, reporta que 11 mujeres de 297 enviaron vídeos, fotografías íntimas y/o sensibles a amigos por Facebook y 26 personas difundieron este tipo de material con el objetivo de humillar u obtener algún beneficio. Estas prácticas están relacionadas con el sexting, es decir, el envío de imágenes y audiovisuales íntimos de contenido erótico o/y sexual, mediante las TICs.

Al respecto, Sara comenta: “nosotras como colectivo no entramos en la polémica diciendo si está bien o mal, porque pensamos que ese no es el punto. El sexting es una práctica común que nunca es completamente segura porque el medio de intercambio no garantiza confidencialidad, aun cuando seas precavida. Por lo anterior, nosotras consideramos que lo importante es informar para prevenir”.

“Si sientes duda es no, si no es un rotundo sí; también es no y no hay razón para sentirse presionada”, comenta Sara. Cuando alguien practica sexting su decisión debe basarse en un deseo personal y no ser consecuencia de imposiciones externas. Para Gayatri, es muy importante que antes de enviar mensajes, las personas estén seguras de querer participar y que ambas estén de acuerdo. El consentimiento, fundamental en toda interacción física y virtual, es el tema central. 

Las jóvenes activistas feministas conscientes de que la información, el conocimiento y la conciencia son herramientas para hacer frente a la violencia de género en cualquier ámbito, trabajan en apego a los Derechos Humanos y de las mujeres construyendo estrategias para la prevención, atención y erradicación de la violencia de género, pues consideran que las mujeres y las personas que integran las diversidades sexo genéricas tienen derecho a vivir una vida digna y libre de violencia, también en el espacio digital.


sábado, 30 de marzo de 2019

La violencia laboral: mobbing, acoso psicológico y moral y su efecto en la salud


Maricruz Gómez López
UAM-Xochimilco

El contexto político, social y económico actual favorece la competencia por alcanzar el éxito profesional, entendido como sinónimo de riqueza económica, prestigio y relaciones sociales que facilitan el ascenso en la jerarquía, que conduce a las personas a vender el tiempo destinado al trabajo, esparcimiento y descanso y a aplicar estrategias como: la institucionalización de los “favores morales”, que implica acciones violentas en contra de quien es considerado un obstáculo o diferente, afectando los niveles social, organizacional, familiar, personal y por supuesto la salud mental y física de las personas que viven situaciones de violencia y malestar en éste ámbito.

Existe un tipo de violencia que se ejerce de forma “sutil” en las relaciones interpersonales cotidianas que debido a que no “deja huella” a diferencia de la agresión física, es difícil de identificar para las personas que la viven. No obstante, sus efectos en la salud se resienten y con frecuencia se relacionan con estrés laboral, ocultando la relevancia del ambiente, en las organizaciones, en el desarrollo de trastornos psicosomáticos y mentales. Por lo antes expuesto, la revisión de los principales términos que describen la violencia en el lugar de trabajo ─ mobbing, acoso psicológico y moral─, y los hallazgos relacionados con los efectos en la salud de las y los trabajadores es importante para la comprensión e indispensable para contribuir al reconocimiento y prevención de dicho fenómeno.

Por lo ya dicho, surgen las siguientes preguntas: ¿cómo se ha estudiado la violencia en el trabajo?, ¿existen convergencias y divergencias entre los principales enfoques? y a partir de los estudios realizados ¿cuáles son los principales efectos de la violencia en la salud de las personas que trabajan? Así, el objetivo del presente ensayo es exponer las convergencias y divergencias entre los términos: mobbing, acoso psicológico y moral y los efectos de este tipo de la violencia en la salud. De este modo, en el presente texto se exponen los enfoques y conceptos que se han aproximado al fenómeno de la violencia en el trabajo y posteriormente se presentan, a partir de los resultados obtenidos por investigadores como Marie-France Hirigoyen (2001), Gabriela Victoria Alvarado (2009), Florencia Peña Saint Martín y Sergio G. Sánchez Díaz (007); y Jesús Felipe Uribe Prado (2011), los efectos en la salud de las y los trabajadores.


Aproximaciones al fenómeno de la violencia en el trabajo

La principal dificultad para estudiar y delimitar la violencia radica en que para darle sentido, cada persona recurre a sus propios referentes culturales, sociales y en ocasiones, a su historia de vida. No obstante, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) consideró que en el ámbito laboral la violencia física y psicológica han alcanzado dimensiones que rebasan fronteras, entornos y grupos profesionales, por lo que calificó a algunos centros de trabajo y profesiones como de “alto riesgo” (Uribe, 2011, p.47-49).

Por otra parte, el término mobbing[1] fue retomado por Peter-Paul Heinemann para describir la conducta hostil entre pares que puede llegar a la agresión física, en el ámbito escolar. Posteriormente, Heinz Leymann lo definió como un fenómeno en el espacio laboral que tiene su origen en un conflicto resuelto inadecuadamente que desemboca en actitudes ofensivas, hostiles, frecuentes y repetidas dirigidas siempre a la misma persona y que conducen a su marginación, por lo que lo consideró una forma grave de estrés psicosocial y enfatizó las consecuencias psicológicas de éste (Hirigoyen, 2001, p. 69-70; Peña y Sánchez, 2007, p. 828-829). En México, para Florencia Peña y Sergio Sánchez (2007, p. 828-832) este fenómeno no implica agresión física porque es una forma de acoso psicológico que dos o más personas ejercen sobre otra ─víctima─, de manera consciente, prolongada y recurrente. Dichos autores consideraron que el objetivo de las conductas es estigmatizar a la víctima para destruirla moralmente[2] utilizando estrategias como: críticas, amenazas, injurias, calumnias, chismes y desprestigio y concluyen que el mobbing es característico de entidades con una organización de trabajo altamente burocratizada y carente de normatividad e instancias para resolver conflictos interpersonales[3].

El acoso psicológico en el trabajo es una aproximación organizacional en la que autores como Bernardo Moreno Jiménez y sus colaboradores (2004)[4] consideraron que los antecedentes organizacionales y las características personales y socio-demográficas intervienen afectando tres niveles: individual, organizacional y social. No obstante, para Stale Einarsen y Lars Johan Hauge (2006)[5] es un conjunto de conductas negativas continuas dirigidas contra una o varias personas que puede clasificarse en cuatro etapas: las conductas agresivas ─sutiles e indirectas─, el acoso ─acciones directas como la humillación y la ridiculización─, la estigmatización ─por ejemplo, promover la imagen de que la víctima es una persona problemática─, y el trauma severo en el que culmina el proceso y provoca en la víctima síntomas de estrés y trastornos psicosomáticos (Einarsen, 1999)[6].

En contraste, Marie-France Hirigoyen (2001, p. 19) propuso el término acoso moral[7] que conlleva una toma de postura que considera lo que es aceptado y rechazado socialmente desde una perspectiva ética y moral, por lo que no se restringe sólo al ámbito psicológico y lo define como toda conducta abusiva ─gesto, palabra, comportamiento o actitud─, que atenta, por su repetición o sistematización, contra la dignidad o integridad psíquica o física de una persona, poniendo en peligro su permanencia en el empleo o degradando el ambiente laboral. Para esta autora el origen del acoso moral es un conjunto de emociones inconfesables como: la envidia[8], el miedo[9] y la valoración negativa de la diferencia, que se apoya en aspectos que difícilmente pueden modificarse ─por ejemplo, el género, la raza o el origen socioeconómico─, y se manifiesta en la discriminación y la estigmatización de las personas consideradas distintas y por tanto indeseables. Lo anterior justifica el empleo de estrategias como: el aislamiento, el ataque personal encubierto[10], la pérdida de sentido[11], la intencionalidad[12] y la agresión consciente e inconsciente. Así, los comentarios y actitudes machistas o sexistas que atacan la feminidad, mediante insultos y pseudopiropos sexuales, o la identidad sexual y la virilidad al llamar a un hombre “maricón” o “niñita”, muestran que este tipo de violencia afecta tanto a hombres, como a mujeres, pero de distinta manera (Hirigoyen, 2001, p. 53; Zúñiga, 2008, p. 185).

Los efectos en la salud física y mental

De acuerdo con los resultados obtenidos en estudios realizados por Alvarado (2009), Hirigoyen (2001), Peña y Sánchez (2007) y Uribe (2011) la manifestación de trastornos psicosomáticos en personas expuestas a este tipo de violencia ha sido frecuente. En la práctica terapéutica Hirigoyen (2001, p.141) observó que las personas manifestaban problemas digestivos[13], endócrinos[14], enfermedades de la piel y malestares relacionados con el ámbito mental-emocional[15], por lo que explicó que el cuerpo acusa la agresión antes que el cerebro, que se niega a ver lo que no consigue comprender. Así, el cuerpo se convierte también en consciente del traumatismo y evidencia el Síndrome de Estrés Postraumático (SEP) que puede manifestarse mediante efectos comportamentales (autoagresión, trastornos alimenticios o aislamiento social), psicosomáticos (dolores musculares, migraña, dermatitis, problemas gastrointestinales, pérdida de cabello, hipertensión arterial y pérdida de equilibrio), y psicopatológicos (ansiedad, trastornos de sueño, falta de concentración y atención, miedo, hiperreactividad, inseguridad, cambios bruscos en el estado de ánimo, apatía e introversión) ( Uribe, 2011, p. 198). Sin embargo, con frecuencia, las y los médicos no relacionan dicha sintomatología con el acoso laboral porque en primera instancia es tratada con automedicación y cuando se acude a consulta la vinculan con periodos de estrés laboral, sin que consideren relevante el ambiente o las condiciones de trabajo (Hirigoyen, 2001).

Conclusiones

De lo antes expuesto es importante resaltar que el estudio de la violencia en el lugar de trabajo, a partir del binomio víctima-victimario, fija posiciones que implican que quien acosa tiene plena conciencia de que causará un daño, clasificándolo como un sujeto de personalidad perversa y sádica; mientras que la persona acosada aparece como carente de las habilidades y capacidades para enfrentar la situación. Así, es indispensable retomar para el estudio de este fenómeno aspectos de índole cultural, por ejemplo, los estereotipos que apoyan conductas fundamentadas en prejuicios que validan el trato desigual y violento.

Los resultados presentados por los estudios revisados permiten afirmar que los efectos de la violencia laboral se manifiestan en cuatro niveles: social, organizacional, familiar y personal. No obstante, la repercusión en la salud es relevante porque pueden desembocar en conductas autodestructivas como las adicciones y el suicidio.

La violencia en el trabajo se manifiesta en acciones cotidianas que aparecen como “normales” o “naturales”, se fundamenta en ideas que apoyan la discriminación y estigmatización de las personas y grupos y se expresa mediante el lenguaje en forma de chistes, comentarios hirientes o mal intencionados, entre otros. Tales características dificultan que las personas puedan identificarla y mostrarla provocando en ellas confusión y angustia. De este modo, el estudio de los mecanismos culturales que validan la violencia hacia sujetos considerados diferentes es indispensable para dar cuenta, de manera más profunda, de la forma en que la cultura y la ideología apoyan la desigualdad, la discriminación y la agresión en el ámbito laboral.

Referencias

Alvarado, G. V. (2009). Violencia laboral y panoptismo telemático walmartiano. Estudio de caso: el trabajador de sistemas en Wal-mart México. En Peña Saint Martin, y Sánchez Díaz, S. G. (Coords.), Testimonios de mobbing. El acoso laboral en México, (225-245). México: Ediciones y Gráficos EÓN, Escuela Nacional de Antropología e Historia, Instituto Nacional de Antropología e Historia, Consejo Nacional para la Cultura y las Artes.

Hirigoyen, M. F. (2001). El acoso moral en el trabajo. Distinguir lo verdadero de lo falso. Barcelona: Paidós.

Peña Saint Martin, F., y Sánchez Díaz, S. G. (2007). El mobbing y su impacto en la salud. Estudios de Antropología Biológica, 13 (2), 823-845. Recuperado de http://revistas.unam.mx/index.php/eab/article/view/26420.

Uribe Prado, J. F. (2011). Violencia y acoso en el trabajo. Mobbing. México: Manual Moderno, Universidad Nacional Autónoma de México.

Zúñiga Elizalde, M. (2008). Violencia en el trabajo. La cultura de la dominación de género. En Castro, R. y Casique, I. (Eds.), Estudios sobre cultura, género y violencia contra las mujeres, (173-196). México: Universidad Nacional Autónoma de México, Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias.


[1] Cabe señalar que en inglés es el gerundio del verbo to mob, que significa literalmente: atacar, se traduce como: regañar, maltratar o asediar y se define de manera global como un fenómeno de grupo e implica formas severas de acoso en las organizaciones. En México, los grupos de investigación sobre el tema de la violencia laboral tienen como antecedentes principales los estudios realizados por investigadores como Heinz Leymann y Marie-France Hirigoyen y se caracterizan por utilizan de manera indistinta los términos acoso moral, psicológico y mobbing, por lo que es difícil hallar literatura que reporte efectos en la salud referidos de manera exclusiva a alguno de estos conceptos. No obstante, autores como Florencia Peña y Sergio Sánchez (2008, p.187-188), clasifican el mobbing como una forma de acoso psicológico, debido a que con frecuencia los ataques no son de naturaleza física. En contraste, Hirigoyen (2001, p.77) explica que el mobbing corresponde a las persecuciones colectivas y a la violencia que se desprende de la organización, mientras que el acoso moral en el trabajo se refiere a agresiones “sutiles”, es decir, difíciles de advertir y probar.
[2] La destrucción moral para estos autores implica el aislamiento y el menoscabo de la seguridad, autoafirmación y autoestima, que provocan en las personas sentimientos de soledad, malestar, angustia, incertidumbre, culpa y confusión (Peña y Sánchez, 2007).
[3] En las que priva el desinterés, la carga excesiva de trabajo y la presencia de jerarquías poco claras acompañadas de liderazgos espontáneos no oficiales que detentan y defienden el poder informal.
[4] Citados por Uribe, 2011, p.71.
[5] Citados por Uribe, op. cit., p. 55.
[6] Citado por Uribe, op. cit., p. 56.
[7] Cabe señalar que Hirigoyen (2001, p. 32) consideró que la violencia sexual no es parte del acoso moral debido a que está calificada penalmente y que el término acoso sexual es distinto teóricamente del acoso moral, reconociendo que con frecuencia se pasa de uno a otro.
[8] Producto de la comparación y fundamento de la rivalidad y competencia entre las personas.
[9] Que se transforma en ira y luego en violencia.
[10] De acuerdo con Hirigoyen (2001) la violencia se vuelve más sofisticada ─oculta─, conforme las personas elevan su nivel educativo.
[11] La víctima ignora la causa por la que es atacada (Hirigoyen, 2001).
[12] Es un ataque psicológico que implica la intención de agredir mediante bromas y que quien lo lleva acabo minimiza su intención e impacto manifestando que la molestia que causa en la otra persona “no es para tanto” (Hirigoyen, 2001).
[13] Gastralgias, colitis, diarreas, estreñimiento y úlceras de estómago.
[14] Problemas de tiroides, desarreglos menstruales o presión arterial elevada que no puede ser controlada, entre otros malestares.
[15] Depresión, irritabilidad, estrés postraumático, ansiedad, ataques de pánico, rasgos paranoicos cambios de personalidad, baja autoestima, miedo, pensamientos autodestructivos, culpa, remordimientos e ideación suicida, lo que ubica a este fenómeno como un riesgo de trabajo mortal.

viernes, 24 de agosto de 2018

Cine Foro: Miradas sobre la violencia en las escuelas


Ciclo: Miradas sobre la violencia en las escuelas

Curaduría por:

Maricruz Gómez López

 

El tema de la violencia en las escuelas en Estados Unidos de Norteamérica no inició el 20 de abril de 1999 en Columbine teniendo como protagonistas a Eric Harris y Dylan Klebold de 18 y 17 años respectivamente, lamentablemente este hecho ha sucedido en ese país al menos desde los años sesenta del siglo pasado y se han reportado hechos parecidos en países como Alemania, Italia, Canadá, Yugoslavia, Argentina, Guatemala, entre otros. En nuestro país con una creciente ola de violencia desatada a partir del sexenio de Felipe Calderón Hinojosa, es común ver y saber sobre balaceras en distintos sitios; sin embargo, un hecho relacionado con el tema de este ciclo es la agresión que Edgar Yoevani (de 15 años) realizó en contra de uno de sus compañeros el 6 de mayo del 2014 en el municipio de Atizapán de Zaragoza que en su momento impactó a nuestra sociedad, pero sin duda, el hecho más reciente, impactante y conocido en nuestro país ha sido el acontecido el 18 de enero de 2017 en Monterrey, Nuevo León en el que Federico Guevara de 16 años disparó en contra de la maestra y compañeros del Colegio Americano del Noroeste. A partir de éste evento, se comenzó a hablar de diversas causas posibles como el uso y abuso de los video juegos violentos, el acoso escolar, las dificultades emocionales y padecimientos mentales y un largo etcétera. Por lo anterior, es pertinente dialogar con la comunidad escolar respecto a este tema desde distintas perspectivas.

 

Así, la selección está conformada por cinco películas que tienen como eje el tema de la violencia en los espacios escolares, específicamente la situación de los tiroteos en preparatorias y universidades en Estados Unidos de Norteamérica, toma como punto central la llamada “Masacre de la Escuela Secundaria de Columbine”, y que engloba fenómenos e itos como: la discriminación, el prejuicio, la influencia social, la estratificación, la agresión, a actitud, la cultura y la intolerancia hacia “la otredad”.

 

La secuencia en que se propone presentar estos materiales cinematográficos no es cronológica, ya que se ha pensado de modo que el espectador reflexione sobre las distintas hipótesis, argumentos y discursos respecto al origen de este fenómeno social, desde la mirada de directores como: Michael Moore, Ilmar Raag, Ben Coccio, Gus Van Sant y William H. Macy, quienes retoman el tema de los tiroteos en las escuelas desde los distintos actores involucrados: la sociedad, los medios, los líderes de opinión, las víctimas, los perpetradores y los padres de los adolescentes y jóvenes involucrados; además, desde el cine de ficción y documental, pasando por lo musical.

 

De esta manera, la lógica expositiva inicia en el planteamiento de un contexto social y culmina en la manera en qué estos hechos afectan no sólo a los y las alumnas involucrados, los maestros, la sociedad, sino a los padres y cómo éstos son vistos por las personas que se encuentran a su alrededor. Es decir, la propuesta es comenzar con la exposición de las posibles causas de la conducta de éstos adolescentes y jóvenes inmersos en una sociedad compleja, en situaciones que los sobrepasan y concluir con un drama musical que facilita una catarsis en el espectador.

 

En concreto, los criterios de selección son principalmente que los materiales fílmicos retomen el tema de los tiroteos en escuelas, que la narrativa exponga un esquema lineal, de inicio, desarrollo y desenlace; que haya participado en muestras o festivales reconocidos y/o del medio independiente, sea como exhibición o en la sección de competencia, y que pueda ser adquirido en o desde la ciudad de México.

 

Así, el ciclo iniciará con la proyección de Bowling for Columbine (2002, Estados Unidos) dirigida por Michael Moore bajo una lógica expositiva que parte del planteamiento de un contexto que invite al espectador a preguntarse sobre las causas de la violencia en las escuelas en estados unidos y cuestione que éstas se puedan encontrar únicamente en fenómenos como la influencia social y observe que la actitud fundamentada en la cultura armamentista es un elemento relevante para entender el fenómeno. El abordaje que plantea Moore implica múltiples voces de quienes de alguna manera están involucrados en el fenómeno, la narrativa es estructurada de manera que se inicia con un planteamiento general del que van derivando cuestionamientos a los que se les va sugiriendo una respuesta a partir de las evidencias en imágenes, entrevistas y fragmentos de materiales audiovisuales diversos. Destaca entre las películas elegidas como posiblemente la más conocida; además de ser amena y aborda el tema con un tono humorístico que suponemos va permitir que la audiencia se interese y continúe conociendo el resto de los materiales. Cabe decir que este documental obtuvo premios como el Oscar y el César y fue nominado a la Palma de Oro en el Festival de Cannes.

 

En la segunda sesión se proyectará Klass (2007, Estonia) dirigida por Ilmar Raag, quien presenta como argumento que el acoso escolar es una causa relevante de los tiroteos en las escuelas, incluso involucra al espectador de tal modo (a partir de la exposición de las situaciones), que logra que simpatice con la respuesta a tal nivel de maltrato y agresión que reciben los protagonistas. Presenta un entorno de adultos incapaces de ver, intervenir y comprender las situaciones que desbordan a los protagonistas y adolescentes que integran la clase. También muestra un esquema típico de cómo se da el fenómeno del acoso escolar mediante tres figuras principales: el perpetrador, la víctima y los testigos silenciosos.

 

La fotografía en tonos fríos aporta la sensación de desesperanza y enmarca el ambiente adverso en el que se insertan los protagonistas. La narrativa es episódica (día a día) y se centra en lo que les acontece a Joseph y Kaspar para poner en claro sus razones. Entre los temas que podemos destacar están el aprendizaje social y la cultura que exige por un lado, defender el honor a toda cosa y por otro, la consigna “ojo por ojo”. Esta película recibió un premio de los festivales Karlovy Vary International Film Festival y del Warsaw International Film Festival. Además, fue nominada al Oscar como la mejor película de lenguaje extranjero.

 

En una tercera sesión, se incluye Zero Day (2007, Estados Unidos) dirigida por Ben Coccio, muestra las ideas y pensamientos particulares de André Kiegman y Calvin Gabriel por medio de un videodiario que ambos personajes planean dejar como testimonio de lo que son y de que su actuar, en realidad no tuvo una causa u origen concreto. El manejo de cámara es mayormente “en mano” (y al final una cámara de vigilancia) que nos sumerge en el mundo íntimo de los protagonistas, lo que aporta al espectador la sensación de estar mirando un documental. La narrativa es episódica y muestra una secuencia temporal que abarca los meses de la preparación de la misión “Zero Day”. La música nos sitúa desde el inicio en un tono emocional agitado y angustiante. El diseño sonoro va marcando un ritmo y al final, la llamada telefónica nos conduce a un estado de angustia y hartazgo que nos prepara para el desenlace. La pertinencia radica en que es una perspectiva personal e íntima del por qué suceden este tipo de eventos y que contradice la hipótesis de que los perpetradores son jóvenes que tienen entornos familiares desfavorecidos o una causa concreta anclada sólo en el acoso escolar sufrido. Esta película fue nominada al premio “Someone watch” de los Premios Independientes Spirit.

 

Después se propone presentar Elephant (2007, Estados Unidos), dirigida por Gus Van Sant, que se incluye porque aborda el tema desde un planteamiento más general y lo pone como un problema social amplio que contiene varias aristas. La narrativa no es secuencial en términos de temporalidad, sino muestra apenas unos minutos, quizá horas antes del tiroteo y lo que sucede durante el hecho.

 

Destaca que presenta la cotidianidad de los y las estudiantes involucradas, nos muestra sus conflictos, formas de vida, actitudes y todo aquello que los hace humanos víctimas no sólo del tiroteo, sino de sus propias circunstancias. Las tomas también aportan al espectador la sensación de estar situado desde diferentes ángulos (sea a través de la cámara fija o en mano y mediante diferentes movimientos de cámara, principalmente paneos y 360 grados) y permiten observar cómo las historias se entrecruzan. A diferencia de los materiales anteriores, no se centran sólo en las situaciones personales y emocionales de los perpetradores, sino en las de aquellos estudiantes que fueron asesinados. También permite observar cómo los adolescentes se enfrentan a situaciones y fenómenos como la discriminación, los prejuicios, la intolerancia a lo distinto, la estratificación y a padecimientos como la anorexia y la depresión.

 

Sugiere que la marginación, el acoso escolar y los video juegos violentos pueden ser parte de ese gran elefante que como sociedad no hemos querido ver. Esta película fue ganadora de varios premios como el del círculo de críticos de Nueva York, el César y la Palma de Oro y nominada por mejor director y fotografía en los Premios Independientes Spirit.

 

El recorrido propuesto cierra con Rudderless (2014, Estados Unidos), dirigida por William H. Macy que destaca por la perspectiva que se guía para dar respuesta a las preguntas: ¿Qué sucede con los padres y madres de aquellos jóvenes y adolescentes que mueren en estas circunstancias? ¿De qué manera sus vidas se ven afectadas tras estos hechos? La historia se narra de forma clásica por lo que el cierre resulta realmente catártico. La música destaca como una vía de escape y sublimación de un joven que se enfrenta a la depresión, incomprensión e indecuación, conmueve y dirige al espectador a una reflexión y comprensión de la situación anclada en la emotividad.

 

Pone en la mesa el tema de las relaciones y comunicación entre padres e hijos y cómo es ser padre en este contexto en el que el discurso predominante es consumir, aparentar y lograr el éxito profesional, dejando de lado el establecimiento de vínculos afectivos en la familia que contengan emocionalmente a los jóvenes y adolescentes.

 

Las interpretaciones de Billy Crudup (Sam) y Anton Yelchin (Q), involucran al espectador emocionalmente y transmiten las emociones de dolor, tristeza, desesperación y resignación, mediante sus movimientos corporales y la mirada.

 

El director maneja de manera excelente la información que proporciona al espectador para hacer que éste se acerque al problema desde otro lugar, más sensible, evitando en lo posible el maniqueísmo e internándose en las emociones de los personajes protagónicos Sam y Q y en la manera en que éstos lidian con su dolor, sanan sus relaciones fraternales y redirigen sus vidas. Esta película formó parte de la selección del Festival Sundance y en la ciudad de México del extinto Festival Internacional de la Música en el Cine Rubber.


Fichas técnicas

 Bowling for Columbine / Masacre en Columbine

Director: Michael Moore

País: Estados Unidos

Año: 2002

Duración: 120 minutos

Documental, Crimen, Drama

Sinopsis:

Este documental que aborda la cuestión de la violencia en América. ¿Por qué 11.000 personas mueren cada año en Estados Unidos víctimas de las armas de fuego? Los "bustos parlantes" vociferan desde la pantalla de TV echándole la culpa ya a Satán, ya a los videojuegos. Pero, ¿en qué se diferencia Estados Unidos de otros países? ¿Por qué Estados Unidos se ha convertido en responsable y víctima de tanta violencia? "Bowling for Columbine" propone como hipótesis que el miedo de 280 millones de norteamericanos que se sienten más seguros sabiendo que la tenencia de armas es un derecho consagrado por la Constitución. En este incisivo y tragicómico estudio de la violencia y su relación con las armas de fuego aparecen personalidades como Charlon Heston, George W. Bush o Marilyn Manson. (FILMAFFINITY)

Tráiler: https://www.youtube.com/watch?v=hH0mSAjp_Jw

Película completa: https://www.youtube.com/watch?v=NYKe2kgfgXY&t=704s

 

Klass / The Class / La Clase

Director: Ilmar Raag

País: Estonia

Año: 2007

Duración: 99 minutos

Ficción, Drama

Sinopsis:

Presenta como protagonista a Joseph, un joven taciturno, introvertido, incompetente en los deportes, distinto y “raro”. Todo eso hace de él un objetivo ideal para quienes encuentran en la violencia y el acoso una manera de “divertirse” y mostrar su poder y liderazgo. La escalada de humillaciones y el ensañamiento van creciendo mientras la vida de Joseph se vuelve más insoportable. Entonces llega Kaspar, un amigo inesperado y aliado. Después de recibir un maltrato extremo, planean fría y concienzudamente su venganza. Esta película plantea una reflexión sobre la gestación de la violencia adolescente, una historia que supone una llamada de atención sobre el acoso escolar (bullying) a la vez que, con objetividad, rastrea la crueldad en la adolescencia, sus motivos y las respuestas violentas en situaciones extremas. (FILMAFFINITY)

Trailer: https://www.youtube.com/watch?v=8FvAw5NuGHg

Película completa: https://www.youtube.com/watch?v=LFq3c6bhiqk

 

Zero Day / Día Cero

Director: Ben Coccio

País: Estados Unidos

Año: 2003

Duración: 92 minutos

Ficción, Drama

Sinopsis:

Narra la historia de dos adolescentes, estudiantes de una escuela secundaria en la que se sienten marginados y alienados, por lo que deciden poner fin a la situación "declarando la guerra" y asaltando la escuela con armas, como parte de un plan de ataque llamado “Zero Day”. (FILMAFFINITY)

Tráiler: https://www.youtube.com/watch?v=NFNQI-mpGmM

Película completa: https://www.youtube.com/watch?v=TPBXhyyRvQQ

 

Elephant / Elefante

Director: Gus Van Sant

País: Estados Unidos

Año: 2003

Duración: 81 minutos

Ficción, Drama

Sinopsis:

Esta película se presenta a manera de una recreación de la matanza perpetrada por dos adolescentes en la Secundaria de Columbine. Es un día cualquiera de otoño, y todos los estudiantes hacen su vida rutinaria: Eli, camino de clase, convence a una pareja de “rockeros” para hacerles unas fotos. Nate termina su entrenamiento de fútbol y queda con su novia Carrie para comer. John deja las llaves del coche de su padre en la conserjería de la escuela para que las recoja su hermano. Pero ese día no será como otros. (FILMAFFINITY)

Tráiler: https://www.youtube.com/watch?v=Z-y4YvbjrsM

Película Completa: https://www.youtube.com/watch?v=xu3VkNwftE0

 

Rudderless / Sin rumbo

Director: William H. Macy

País: Estados Unidos

Año: 2014

Duración: 105 minutos

Ficción, Drama, Musical

Sinopsis:

Sam Manning es un exitoso ejecutivo y padre de familia cuyo mundo se viene abajo cuando su hijo adolescente Josh muere en un tiroteo en su Universidad. Totalmente derrotado, viviendo en un barco y hundiendo sus penas en alcohol, un día la esposa de Sam descubre una caja con demos y cintas de música con canciones de su hijo y se las entrega. En ese momento inicia la reestructuración de su vida. (FILMAFFINITY)

Traíler: https://www.youtube.com/watch?v=bRuoI7xUHCg

Agosto, 2018.

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