La Fiesta de la Música en su edición 2013,
fue sin duda un encuentro de personas profesionales y amateurs dedicadas a este
arte; cuyas propuestas abordan diferentes géneros por lo que convoca a un
público diverso. La premisa principal fue ofrecer presentaciones gratuitas en
parques, museos o cines.
El pasado viernes 21 de junio, la Secretaría
de Cultura del D. F. se unió a la Alianza Francesa
de México para brindar conciertos en 26 espacios públicos y
privados. La celebración dio inicio a las doce del medio día en la Plaza Río de
Janeiro ubicada en la colonia Roma, y concluyó a las dos de la mañana del
sábado 22, en la sede de la Alianza Francesa en Polanco.
Ante tal oferta decidí asistir al concierto
que se ofrecía en el Centro Cultural España, ubicado a espaldas de la Catedral
Metropolitana de la ciudad de México. El cartel de esta sede anunciaba tres
bandas: Dan.Co, Voladora y Orquesta Basura,
ésta última me resulta familiar, pues hace tiempo escuché algunas de sus
canciones en un concierto en la estación del metro San Lázaro. De este modo,
crece mi interés por escuchar a las que para mí, son dos nuevas propuestas
musicales.
A la una con cuarenta de la tarde, me
encuentro frente a una de las puertas del Espacio X, donde se llevará a cabo el
concierto. Miro alrededor y observo que ahí nos encontramos sólo siete
personas: dos chicas y un chico, que hablan entre sí y ríen todo el tiempo; una
chava con un niño de no más de cuatro años, quien sentado, posa para que ella
le tome algunas fotografías, y un chavo que habla por su teléfono celular, al
ver un grupo de personas tan pequeño, pienso que es mejor confirmar si será en
ese lugar donde se realizará el evento.
Al acercarme a la recepción que se encuentra
tan próxima a la puerta, siento el viento frío y observo lo grisáceo del día
que muestra amenaza de lluvia. Al preguntarle a la chica sobre el concierto me
confirma que será en ese espacio y que iniciará a las dos de la tarde en punto
y terminará a las cinco.
Me quedo mirando un estante de revistas y
libros, buscando alguno que llame mi atención para leerlo mientras espero a que
abran la puerta. Comienzo a escuchar música en vivo al interior de la sala. Miro
el reloj que marca la una cuarenta y cinco, doy vuelta para sentarme en alguna
de las bancas que se encuentran ahí, me doy cuenta de que la música ha atraído
a más personas, que hacer una fila que inicia con el trío aquel que estaba en
el pasillo, entonces camino para formarme detrás de las personas que estaban
ahí.
Parada ahí, escucho que una de las chicas le
grita a la otra: ¡háblale a Damián o a Rodrigo!, después comienzan a hablar en
tono más bajo y se ríen. Al ver sus mochilas caigo en cuenta que son
estudiantes, y pienso que como a mí debe gustarles mucho la música porque a
esta hora y en viernes algunos otros están tomándose una chela, pulque, café,
refresco o lo que sea para sacar el estrés de la semana.
La curiosidad que despertó la actitud alegre
de este trío, me lleva a aproximarme para preguntarles: ¿a quién vienen a ver
ustedes?, ̶ ¡a Dan.co! ̶, contestan al unísono. Después les pregunto: ¿por qué
les late Dan.co?, la chica que me contesta se llama Vanesa y responde que la
combinación de su música le encanta. Me quedo unos segundos pensando ¿cuál será
esa combinación?, y le pido que me diga: ¿cuál es esa mezcla?, -ella responde-
anteponiendo una sonrisa luminosa; que las rolas de esta banda reúnen las
letras románticas del pop y la música intensa del rock.
Los minutos pasan mientras conversaba con
Vanesa, Mariana y Alan, la música dejó de escucharse y al abrirse la puerta principal
del Espacio X, aparece un grupo de chicos saludando a lo lejos y sonriendo, se
aproximan y comienzan a saludarnos con abrazos y besos en las mejillas. Debo
decir que me parecieron muy agradables, a la vez que me sorprendió que me
saludaran tan efusivamente sin conocerme, miro a las chicas y me doy cuenta que
sonríen aún más, así caigo en cuenta de la situación en la que me encuentro y
sólo para confirmar les pregunto:¿ellos son Dan.co?, ambas me responden
moviendo la cabeza afirmativamente. La conversación entonces continúa en el
grupo y yo me acerco a Rodrigo y Damián hacerles algunas preguntas sobre la
banda. Poco después se abre la puerta en su totalidad y la persona que se
encuentra en la puerta nos invita a entrar.
Al asomarme a la sala, me sorprende ver que
está llena con sillas de color rojo, honestamente esperaba que no las hubiera;
sin embargo, una vez adentro nos apresuramos a tomar lugar, en la primera fila. Pasadas las dos
de la tarde, mientras Mariana, Vanesa y yo continuamos conversando, se escucha
un saludo de bienvenida, por lo que dejamos de hablar y me doy cuenta que en el
escenario ya se encuentra Kautyn voz, trompeta y percusiones del proyecto Poder del Barrio, presenta a Gangy (batería)
y Giros (voz, acordeón y percusiones), miembros de este colectivo, esto fue una
sorpresa porque esta banda no estaba anunciada en el cartel. Entonces, da
inicio el concierto con la mitad de los sitios ocupados por un público
integrado por niños, niñas, adolescentes y personas adultas.
El Poder del Barrio es una agrupación que
inició en el 2007 en la delegación Iztapalapa ubicada al oriente de esta ciudad,
su propuesta musical tiene por objetivo hacer un sonido fusión espontáneo y mezcla
el hip hop con ritmos latinos como el son cubano, la cumbia colombiana, la
salsa, el reggae, el paseíto, el ska con un toque de rock que complementan con
improvisaciones de beat box y freestyle.
En esta ocasión presentaron algunas ejecuciones
de beat box e invitaron a sus alumnos
y alumna -pues ellos imparten cursos de esta técnica vocal de manera gratuita-,
a compartir el escenario dando así testimonio de sus avances asombrosos en la
ejecución de esta técnica que consiste en imitar el sonido de una secuencia
rítmica. Veinte minutos después Kautyn, Gangy, Giros y sus alumnos y alumna,
concluyen su participación y abandonan el escenario, no sin antes recibir los merecidos
aplausos del público presente que se incrementó durante su ejecución.
Pocos minutos después, vemos en escena a Dan.co, mientras sus seguidoras emocionadas
gritan para animarlos. Su participación inicia con la rola “No me basta”, misma
que está incluida en su primer material discográfico titulado “Mejor que ayer”,
que próximamente se encontrará a la venta en tiendas e internet, y del que ya
se puede escuchar un avance en Soundcloud, según me comentó Rodrigo.
Al escucharlos estoy de acuerdo con la
definición de Vanesa, esta banda es una mezcla de rock-pop que al parecer se
adapta muy bien al gusto del público tan diverso que en esta ocasión los
escucha. Continúan con rolas como: “Pobre de ti”, “Dame algo”, que tiene
aquel coro pegajoso del cual me hablaban Mariana y Vanesa, mismo que es rítmico
y fácil de seguir, mientras el público apoya con entusiasmo a la banda, con sus
aplausos.
Al terminar, Roberto (voz y guitarra),
presenta a Daniel (batería), Alonso (teclados y efectos), Damián (bajo) y
Rodrigo (guitarra), y en seguida se escucha la versión acústica a ritmo de
reggae de la rola “Eres tú”, con la cual dan por terminada su participación,
mientras desde el público se escucha el grito de: ¡otra, otra!. Pese a lo
anterior, no hay regreso de la banda al escenario.
Minutos después de las tres hacen su aparición
Dr. Pirotecnia (guitarra), Lic. Fuego (bajo), Acatzin (batería) y El Coátl
(teclados), quienes integran Voladora.
Su nombre deriva de la pirotecnia, principal actividad artesanal de su ciudad
de origen: Tultepec, Estado de México; considerada por ellos como la tierra de
fuego. Su música se puede definir como rock instrumental, mezcla de surf y
lounge.
Con excepción de El Coátl, los integrantes de
esta banda lucen máscaras de luchador con motivos que sugieren fuego y aliens. Su participación inicia con “Ix
chel” (Diosa de la Luna), que también da título a su reciente disco conceptual
que integra elementos de la cultura Maya a temas instrumentales. Además, de un
toque “alienígena” que remite a las legendarias películas de “el santo”.
Continúan con canciones como “Presagios”, “Itzamná”
(brujo del cielo y nube), “Ixquic”, “Ix Kaknab” (Diosa del Mar), al término de éstas
la banda obsequia tres discos a las personas que los pidieron, para concluir
con la rola “Surf final”. Una vez terminada la interpretación el público
presente muestra su agrado mediante aplausos.
La última banda de la tarde sale al escenario
alrededor de las cuatro y anuncian el inicio de su participación mediante un
toque de campana; se trata de la Orquesta
Basura, al parecer la más esperada, pues se observa la sala llena y
personas de todas las edades, algunas de pie que permanecen al fondo. Aparecen
con atuendos en color naranja y negro con cintas fluorescentes, parecidas a las
que se colocan en los uniformes de quienes pertenecen al servicio de limpieza
de la ciudad.
Este proyecto surgido en el 2007, presenta
una experimentación sonora y musical mediante instrumentos construidos con materiales
y artefactos en desuso; lo que les ha valido ser considerados “ecologistas”,
aunque Yayo comenta que se iniciaron en el reciclaje como una solución
alternativa ante la dificultad de adquirir instrumentos, debido al costo
elevado de la mayoría de éstos.
La orquesta, así denominada por ellos en
reconocimiento a la diversidad que muestran en los géneros musicales, canciones,
instrumentos e integrantes. Esta banda formada por: Amalia (Ami), Óscar,
Fernando (Fores) y Jair (Yayo), quienes se unieron para interpretar “Jazzura”
nombre que dan a su música, la cual experimenta con géneros y estilos como: danzón,
tango, cha-cha-chá, bossa nova, ska, swing, rock, salsa, mambo, tarantela, entre
otros. Cabe mencionar que son multi-instrumentalistas egresados de la Escuela
Nacional de Música (UNAM), ya que por ejemplo, instrumentos como la Botería
(batería hecha con botes de pintura, una tina y una caja de galletas metálica) es
igualmente ejecutada por Fores, Ami o Yayo.
Los instrumentos que utilizan pueden parecer
improvisados, sin embargo, el Pvilo Che (contra bajo construido con un tubo de
pvc), el PViolínChe (violín hecho a partir del mismo material), el Banjolato
(banjo elaborado con una cacerola), el Bajón (bajo, construido con un tapón de
auto), la Trompecabeza (trompeta, cuyo diseño implica la colocación de un casco
en la cabeza), entre otros, suenan tan bien como cualquier instrumento
convencional, con la diferencia de que éstos requieren de un mayor cuidado al
ejecutarse y del apoyo constante del ingeniero de sonido Rulo, quien celebra su
cumpleaños y es felicitado públicamente por la banda.
Las rolas que se escuchan son: “American
Elway” (El wey americano), “Guadalupe”, “Dulce soledad”, “Mamarracho”, “De ti
para mí”, “La patita” y “Peor es nada”, su participación está llena de dinamismo
y alegría, pues cuando sus instrumentos lo permiten hacen bromas, interactúan,
se mezclan y bailan con el público. Casi al final de su presentación, Kautyn
(voz) y Giros (acordeón) integrantes de Poder del Barrio colaboraron en la
canción “La cumbia de las moscas”.
La mayoría de quienes asistimos, supongo, nos
sentimos lo suficientemente intimidados para dejarnos llevar por el ritmo y
bailar, pero participamos silbando, zumbando y aplaudiendo. A diferencia de
nosotros, en la parte posterior de la sala un grupo de chavos y chavas no
pararon de bailar mostrando energía y buen humor.
La presentación llega a su fin con la rola “Ojos
negros” y al término de ésta el público entusiasmado pide más rolas. Yayo,
solicita autorización para interpretar un par de canciones: “Rock & son” y
“Come to me” (ven a mí), ésta última considerada por ellos como una canción de
amor cantada por una mosca, porque como mencionan: “la basura no está peleada
con los sentimientos bonitos”.
Minutos después de las cinco de la tarde,
termina el concierto, algunas personas se acercaron a Ami para comprar su
disco, otras para pedir autógrafos y tomarse fotografías con los integrantes e
instrumentos de la banda. Me voy del Centro Cultural España pensando que la
música con independencia del género en el que se le ubique o de que los
instrumentos utilizados sean convencionales o fabricados; es una expresión capaz
de generar estados de ánimo, ambientes y sobre todo de reunir a las personas,
pues como dice la frase final de la canción “Rock & Son”: “sea como sea la
música es bonita”.